Y pasó sin llamar. Ella sola. Anduvo correteando por casa. Cuando llegué ya se había marchado, volvió a hacerlo, volvió a embarullarme la memoria, a alborotar las cenizas y a escaparse libre y risueña por la puerta de atrás, sierra arriba, fragosa de escoba y roca, bendita brisa vespertina.
Raül Jurado Gallego
sanroqueraul@hotmail.com
Raül Jurado Gallego
sanroqueraul@hotmail.com
1 comentario:
Cada vez me gusta más la literatura minimalista. ¡Decir tanto con tan pocas palabras! Es difícil, muy difícil. Enhorabuena.
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