Martes 13 de junio,
me levanto de la cama con el pie izquierdo
como de costumbre,
me visto deprisa,
hace un día caluroso,
algo me dice que va a suceder un acontecimiento desagradable,
lo intuyo,
en mi mente no dejan de venir flashes y flashes del incidente.
Me sirvo mi tazón diario matinal de cereales ahogados en abundante leche,
al introducirlo en el microondas derramo el bol,
con mi consiguiente enfado y serie de blasfemas variadas.
Me visto y bajo a la calle,
un gato negro y viejo se cruza fugaz en mi camino con ojos cristalinos y verdes como la hierba,
se esconde debajo de un coche atemorizado,
sospecho que él también intuye algo,
a su edad seguro que ya ha gastado cinco vidas.
Al pasar por el restaurante de la esquina,
alcanzo vagamente a ver al camarero,
vertiendo la sal sobre la mesa de un solitario cliente en un intento malabarista para evitarlo,
pocos metros mas adelante atisbo un andamio,
lo esquivo a duras penas entre la muchedumbre
a la vez que una pareja de origen oriental me impiden avanzar,
con su paraguas abierto,
evitando así que el sol acaricie su blancuzca y delicada piel de melocotón,
andan delante mío con un ritmo cansino y autista,
hablando no sé que idioma,
me suena a chino,
apuntan fascinados con sus dedos a todos los edificios de más de treinta alturas,
¡jodidos rollitos!.
Entro a la panadería y observo detenidamente que la escoba está cambiada de lugar,
detrás de una puerta situada al revés,
cruzo los dedos y toco la madera del mostrador,
¡Dios me bendiga en este día insufrible!,
desando mi camino y vuelvo a casa con mi pan,
me dispongo a subir y antes de ensartar la llave en la cerradura,
golpeo tres veces la punta contra el pomo,
buena suerte,
o eso creo.
Me desvisto y me doy cuenta de que mis calzoncillos están del revés,
voy al váter,
me miro al espejo y examino el pequeño derrame en mi ojo derecho,
me lavo la cara
a la vez que el agua purifica mi arrugado rostro,
escucho el frenazo de un coche en la calle,
lamento incesante de ambulancias...
4 comentarios:
Bienvenido al Blog...
Encantado de formar parte de vuestro blog.
Muchas gracias, un saludo.
Mi voto: 7
Interesante este relato con el que entras a formar parte del blog. La superstición es la hipersensibilidad de la preocupación que a muchos/as les sucede en medio de esta sociedad tan estresada. Superstición es sinónimo de ignorancia o a veces falta de solidez. Lo que si tiene es un punto de re-ligare (religión) donde el misterio se difumina. Me gustó el relato da para mucho. Bienvenido. Un abrazo. Tino
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