Al vapor de vuestras elucubraciones sobre la fantasía, he recordado unos versos de Unamuno: “El secreto del alma redimida:/ vivir los sueños al soñar la vida”. Y los enlazo con una sentencia de Shakespeare en la que viene a decir que “estamos hechos de la misma sustancia de los sueños”. Esta es la sustancia que constituye –substancialmente- al ser humano, que nos diferencias de otras especies creadas y que nos unifica por encima de todas las diferencias étnicas, culturales o sociales: Que soñamos. Que nos alimentamos de sueños..., y que tenemos capacidad de producirlos...
Los sueños han hecho la técnica y han hecho las ciencias; han hecho las religiones y han hecho las civilizaciones. No las han hecho otras especies. Lo ha hecho la nuestra... Por eso, porque soñamos, porque somos animales soñadores…Y s por eso mismo necesitamos leer: para alimentarnos, para alimentar y hacer inextinguible nuestra especie. No hay nada que fascine más a un ser humano que una buena historia.
Para que la humanidad avance, necesitamos sorber sueños y gurgitar sueños...
Los sueños han hecho la técnica y han hecho las ciencias; han hecho las religiones y han hecho las civilizaciones. No las han hecho otras especies. Lo ha hecho la nuestra... Por eso, porque soñamos, porque somos animales soñadores…Y s por eso mismo necesitamos leer: para alimentarnos, para alimentar y hacer inextinguible nuestra especie. No hay nada que fascine más a un ser humano que una buena historia.
Para que la humanidad avance, necesitamos sorber sueños y gurgitar sueños...
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