Gracias, Imcrea, por mostrar mi sencilla palabra a los amigos.
Durante muchos años he querido ser —y aún lo sigo queriendo— un trabajador, un orfebre de la palabra que ha encontrado en ella un hondo camino para mostrar intimidades.
En esta ocasión, el camino del poeta se ha unido al del filósofo y aunados ambos, dicen un verbo que grita los silencios del análisis intimo. Mi palabra poética habla de profundos sentidos y vivencias. El filósofo —que habita en el poeta— se admira de ser hombre.
El poeta siempre vive con corazón atónito y disperso el misterio de serlo. En su palabra se unen el gozo, la admiración, el oscuro silencio. Su palabra sirve para marcar un tiempo que, en este poemario, es, en verdad, un TIEMPO DE HOMBRE.
Gracias, amigos, por vuestra acogida.
Durante muchos años he querido ser —y aún lo sigo queriendo— un trabajador, un orfebre de la palabra que ha encontrado en ella un hondo camino para mostrar intimidades.
En esta ocasión, el camino del poeta se ha unido al del filósofo y aunados ambos, dicen un verbo que grita los silencios del análisis intimo. Mi palabra poética habla de profundos sentidos y vivencias. El filósofo —que habita en el poeta— se admira de ser hombre.
El poeta siempre vive con corazón atónito y disperso el misterio de serlo. En su palabra se unen el gozo, la admiración, el oscuro silencio. Su palabra sirve para marcar un tiempo que, en este poemario, es, en verdad, un TIEMPO DE HOMBRE.
Gracias, amigos, por vuestra acogida.
2 comentarios:
Conozco la palabra de José María desde hace más de treinta años.Su palabra complejamente sencilla; sencillamente profunda; agarrada entre las manos o atrapada entre sus tiempos. A veces,incluso he conocido su palabra antes de gestarse.
Y, sin embargo, siempre me contagia, me conduce y me sorprende porque , como dice en su Tiempo Roto, " La palabra / jamás puede encerrar/el afán silencioso/ que el corazón soporta."
En este libro de sus tiempos de antes, de ahora y de siempre, recorremos el camino de hombre que crece junto a la tierra con los ojos,casi siempre atardecidos, de quien entiende la silente espera de andar viviendo entre el canto y el susurro.
Palabra de un hombre. Tiempo de poeta.
La palabra en José María ha sido siempre una búsqueda continua, algo que se refleja en sus versos
Quizás
tengamos
que comenzar de nuevo
nuestro amor a las cosas,
nuestro aturdido adios a los amigos,
nuestro camino indefinible
entre los árboles,
silbando la canción que recordamos siempre...
Así es mi querido amigo José María: búsqueda constante de su sentido vital, continua inquietud de un pensamiento metafísico, que cristaliza en versos, palabra ajustada a su pensamiento.
Tiempo de hombre es algo más que un libro poético. Es un testimonio vital. En este sentido, José María ha hecho de su vida una forma de poesía y de la poesía un retrato de su vida.
Gracias, amigo, por el regalo de tu libro.
Antonio Espinosa
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